Cómo hacer una Fondue de queso perfecta

La Fondue de queso es uno de los platos más sencillos y deliciosos que podemos encontrar. Incluso muchos de los que no les gusta el queso no pueden resistirse a los placeres del queso fundido.

Y es que, una buena Fondue de queso tiene muchas ventajas: es fácil de hacer, no requiere mucho desembolso económico y está espectacular. Una idea de esas que te salvan una cena en casa con amigos, a los que puedes dejar encantados si sabes seguir unos sencillos pasos.

Pero, antes de hablaros de cómo hacer la mejor Fondue de queso, os vamos a contar su historia.

El Origen de la Fondue de queso.

La Fondue es un plato típico de los pastores de la Suiza Francesa. No se sabe exactamente cuándo se originó, pero su origen viene de la necesidad de los pastores de calentar queso para poder llevarse algo caliente a la boca. Sin duda una idea fantástica.

Como dijimos, no sabemos desde cuándo se lleva a cabo esta práctica, ni cuándo llegó este maravilloso plato a las cocinas suizas y francesas. Pero sí que podemos encontrar la primera referencia documentada en el año 1825. Ese año, el cocinero francés Brillat-Savarin la incluyó en uno de sus libros de recetas sin saber que, dos siglos después, sería una de las recetas con más variantes del mundo.

En su receta original, el chef francés incluye dos tipos de queso, que se utilizan moitié-moitié (mitad y mitad):

• Queso Gruyere, un queso de los Alpes suizos hecho con leche de vaca y que pasa por un proceso de curación de entre 6 y 9 meses.
• Queso Vacherin Fribourgeois también producido en los Alpes suizos y que forma una pareja perfecta para mezclar con el Gruyere. Este queso es muy difícil de conseguir, así que se suele utilizar el famoso Emmental, otro queso suizo de características similares.

A día de hoy, podemos encontrar recetas con diferentes quesos y muchos añadidos, pero vamos a contarte la receta original y cómo elaborarla.

La receta original de la Fondue de queso.

La receta de la Fondue incluye, principalmente, queso. Obvio. Pero también lleva otros ingredientes para conseguir la cremosidad perfecta. Vamos con los ingredientes de la Fondue para 4 personas:

• 400 gramos queso Gruyere.
• 400 gramos Vacherin Fribourgeois o Emmental.
• Un diente de ajo.
• 300cl de vino blanco seco.
• 100cl de Kirsch (licor de cereza).
• Pimienta negra molida.
• Una cucharadita de zumo de limón.
• 4 cucharaditas de Maicena.

Pero no basta con tener los ingredientes, hay que saber cómo utilizarlos y en qué orden.

Instrucciones para preparar nuestra Fondue.

Puede parecer una tontería, pero seguir los pasos correctamente puede marcar la diferencia entre una Fondue o una Fondue magnífica. Vamos a seguir las siguientes instrucciones para conseguir el mejor resultado:

1. Existen dos escuelas: la escuela de cortar los quesos en dados y la escuela de rayar el queso. Nos inclinamos por dejarlo a la libre elección, pero es importante hacer alguna de las dos cosas, ya que facilitará el fundido de los quesos.
2. Cortamos el ajo a la mitad y lo frotamos dentro de la cazuela, siempre a fuego lento.
3. Añadimos a la cazuela el Gruyere, el vino blanco y el zumo de limón.
4. Removemos constantemente y, cuando empiece a derretir el queso, añadimos el Vacherin o el Emmental, junto con la Maicena y el Kirsch mezclados previamente.
5. Seguimos removiendo hasta conseguir una mezcla uniforme y le añadimos pimienta al gusto.

Como podéis ver, no tiene mucha más historia. Solo falta disfrutar del resultado.

Variantes de la receta de la Fondue de Queso.

Como ya hemos dicho, la Fondue de queso es una de las recetas con más variantes en todo el mundo. Y todas estas variaciones pueden darse debido a los quesos utilizados, a los acompañantes que mojamos en nuestra fondueo a los condimentos y saborizantes.

• En cuanto a los quesos, podemos encontrar tantas variantes como quesos hay en el mundo, y más. Desde una mezcla básica de queso, agua y fuego hasta las mezclas más inesperadas. Lo importante, eso sí, es buscar quesos que fundan bien y que los sabores estén bien compensados.
• Respecto a los condimentos, estamos de nuevo ante una cuestión de gustos. La receta tradicional incluye pimienta, pero otros ‘sospechosos habituales’ son la nuez moscada, el cebollino, el comino, cilantro, trufa, etc… Cualquier cosa al gusto del consumidor (¡o del chef!)
• Cuando hablamos del vino y del licor, también se aceptan un montón de variantes. Sidra, vino espumoso, vino de cualquier tipo… Y si queremos utilizar otro licor diferente al Kirsch, también podemos encontrar recetas maravillosas. Es cuestión de prueba y error.
• Por último, vamos a hablar de los acompañantes. El acompañante estrella es el pan. Y cuando hablamos de pan, hablamos de cualquier tipo de pan: blanco, integral, de centeno, de espelta, con semillas… acepta cualquiera. Pero no solo pan. La Fondue acepta casi cualquier tipo de alimento para ‘dipear’: carnes, verduras cocinadas y ‘crudités’.

¿Qué errores tenemos que evitar?

Hay poco margen de error cuando hacemos una Fondue, pero pueden darse situaciones que tenemos que evitar cuando preparamos una Fondue.

La primera suele estar relacionada con la temperatura cuando la preparamos: si bien es cierto que es una receta rápida, requiere de algo de tiempo y paciencia. Es importante mantener una temperatura suave y estable. Una temperatura demasiado alta puede provocar que se separe la parte líquida del queso y el fundido se corte.

Y la otra, y es una recomendación nuestra, es huir de los preparados industriales. La mayoría de productos del tipo ‘mezcla especial para fondue’ suele llevar un montón de conservantes y espesantes que se alejan de lo que buscamos: una receta hecha con queso para los amantes del queso.

Ahora ya podéis disfrutar de vuestra Fondue en casa… Bon appétit!